De una vez por todas.

Paisaje con niebla
19 de Noviembre de 2015

8.20 horas. Amanece el día y descubro con tristeza que es como el anterior, totalmente opaco y ya van siete seguidos. Una niebla densa cubre todo el horizonte y no permite ver más allá de veinte metros. Una niebla persistente se ha instalado entre nosotros, desde hace siete días, ocultando la belleza del valle en ésta época y cegando cualquier atisbo de luz. Presiento que el Universo entero sabe de nuestro dolor y se une a él. Que la madre Tierra y la Naturaleza entienden, y a su manera nos hacen saber que están tristes y lloran, igual que todos nosotros, por los acontecimientos de los últimos días.

Siete días en tinieblas, siete días sin entender, sin encontrar explicación alguna, siete días con el corazón encogido.

Francia llora y muchos lloramos con ella, mientras nos asaltan preguntas que no conseguimos responder.

¿Qué sentido tiene cortar de cuajo tantas vidas inocentes?, ¿Qué, infundir tanto dolor?, ¿Qué, sembrar miedo y terror en el mundo?, ¿Quién puede enorgullecerse de poner fin a la vida de un ser humano, cuya única pretensión era ver un partido de fútbol, tomar una copa entre amigos, o disfrutar de un concierto?, ¿Qué satisfacción se puede sentir borrando para siempre sonrisas, apagando miradas, rompiendo corazones?, ¿Con qué derecho se puede disponer de una vida ajena?, ¿A dónde se ha ido la cordura, el respeto y el amor entre los hombres?, ¿Quiénes nos creemos ser? ¿Hasta cuándo va a durar esta locura?.

¿Qué será de todos los abrazos, de todos los besos, de todos los "te amo" que quedaron sin dar y sin decir?, ¿A dónde se van las ilusiones, los sueños y los proyectos truncados?, ¿Cómo recuperamos de nuevo la confianza en el hombre?, ¿Cuándo encontraremos, al fin, el camino que nos conduzca a vivir en paz, en armonía y en libertad?, ¿Cuándo entenderemos, de una vez por todas, que se nos dio una vida para disfrutar y un mundo para compartir?

A pesar de no encontrar respuestas, a pesar de no entender nada, a pesar de todos los pesares, me hago la firme promesa de seguir confiando en el ser humano. Porque creo, y a la vez es mi deseo, que somos muchos más los que decidimos caminar juntos, rumbo a un mundo en paz. Muchos más los que apostamos por conseguir, un mundo justo donde reine la igualdad, la libertad y la fraternidad.

No sé cómo conseguirlo, pero confío en que se despierten conciencias, que vuelva a reinar la razón, que se despierten los valores dormidos, que florezca de nuevo el respeto entre los hombres y que reconozcamos por y para siempre que el odio y la sinrazón no conducen a ninguna parte.

Sueño y confío en que llegue ese día, en el que levanten las nieblas y el mundo entero se llene de luz.

Alguien como tú.

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 DESNUDANDO EL ALMA, MIENTRAS NAVEGO POR UN MAR DE SUEÑOS Y SENTIMIENTOS.

Alguien como tú

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